Las acciones humanas
La moral se ocupa de las acciones humanas. Las verdaderas acciones humanas son aquellas que dimanan de la libre voluntad del hombre.
¿Pero el hombre es verdaderamente libre? Ciertamente sí, inequívocamente: puedo querer una manzana o una pera, o también no querer nada. Los distintos condicionamientos (familia, escuela, costumbres) en la mayoría de los casos no quitan la libertad, pero la pueden limitar. Por lo tanto es necesario afirmar que la libertad de base permanece, y todos tenemos la experiencia, no obstante los condicionamientos, de que podemos obrar según nuestro arbitrio.
Admitiendo, pues, que la verdadera acción humana es aquella que es libre, la moral no mira si nuestra acción es importante o no, si es eficaz o no, si es aplaudida o no. Lo que cuenta para la moral es si la acción que estamos realizando es buena o mala. Decir por tanto que las acciones son morales o inmorales equivale a decir que las acciones son buenas o malas.
Todas las parábolas de Jesús, en particular la del buen samaritano (Lc. 10, 30ss), indican cuáles son las acciones buenas que se han de hacer, y cuáles las malas que se han de evitar. 4. ¿De qué acciones se ocupa la moral?
La moral se ocupa de las acciones humanas, es decir, de aquellas acciones que el hombre realiza con conciencia y deliberación, y que por lo tanto implican su libertad y su responsabilidad.
5. ¿Qué es la libertad?
La libertad es la capacidad, arraigada en la razón y en la voluntad, de obrar o no obrar, o bien, de hacer una cosa en vez de otra. Ella pone a la persona en condición de dirigirse a sí misma.
6. ¿Existen factores que pueden mermar la libertad y la responsabilidad del hombre?
La libertad y la responsabilidad del hombre pueden ser disminuidas o anuladas por la ignorancia, por la violencia, por el temor y por varios condicionamientos psíquicos o sociales.
7. ¿La ignorancia atenúa siempre la responsabilidad de una culpa?
La ignorancia atenúa y hasta quita la responsabilidad de una culpa en la medida en que ella misma no esa culpable.
8. ¿También las pasiones disminuyen la responsabilidad?
Las pasiones, esto es, aquellas emociones o movimientos de la sensibilidad que empujan a obrar o a reaccionar de modo instintivo, disminuyen la responsabilidad sólo cuando son padecidas involuntariamente, de ordinario aumentan la responsabilidad.
9. ¿Cuál es el influjo de los hábitos sobre la responsabilidad?
Como las pasiones, así también los hábitos pueden disminuir o aumentar la responsabilidad según que sean sufridos involuntariamente, o bien cultivados voluntariamente.
10. ¿En base a qué podemos decir que una acción humana es buena o mala?
La bondad o no de una acción humana depende de tres factores: del objeto, de las circunstancias y del fin.
11. ¿Qué es el objeto?
El objeto, o contenido, es el bien, verdadero o presunto, sobre el que recae directamente la acción.
12. ¿Qué son las circunstancias?
Son las diversas situaciones que se unen al objeto, o contenido, modificándole en una cierta medida el valor moral.
13. ¿Qué es el fin?
El fin, llamado también intención, es aquello a lo cual tiende el hombre al realizar una acción determinada.
14. ¿En qué modo estos tres factores actúan para que una acción humana sea buena o mala?
Para que una acción determinada sea moralmente buena deben ser buenos los tres factores. Por el contrario, para que sea más o menos mala basta que sea más o menos malo uno solo de ellos.
15. ¿No es cierto que lo que cuenta es sólo la intención?
Una intención buena no puede jamás hacer bueno aquello que en sí mismo es malo. El fin no justifica los medios.
16. ¿Hay, pues, acciones que jamás es lícito realizar, ni siquiera con las mejores intenciones?
En el caso en que el objeto o contenido de la acción sea intrínsecamente malo jamás es lícito quererlo, ni siquiera con las mejores intenciones: por ejemplo, jamás es lícito, en ningún caso, matar a un inocente.
17. ¿Qué es la conciencia?
La conciencia es el juicio de la razón mediante el cual la persona valora si la acción que va a realizar, o que ya ha realizado, es buena o mala.
18. ¿Cómo se puede calificar la conciencia?
La conciencia puede ser verdadera (recta) o falsa (errónea).
19. ¿Qué significa esta distinción?
La conciencia es verdadera o falsa según que su juicio concuerde o no con la verdad objetiva de la ley moral.
20. ¿Es siempre pecado ir contra la conciencia?
Sí, es siempre pecado. Y el pecado es grave si el objeto o contenido de la acción es juzgado como grave.
21. ¿Si se sigue la propia conciencia (y por tanto si es de buena fe), pero se realizan de hecho acciones objetivamente malas, se comete pecado?
Se comete pecado cuando se es culpable de la propia ignorancia y de la consiguiente incapacidad de dar una correcta valoración de las propias acciones. Y esto ocurre a menudo, porque no todos se preocupan de instruirse y de educar su conciencia.
22. ¿Cómo se educa la propia conciencia?
Siguiendo y profundizando la enseñanza de la Iglesia, que es nuestra madre en la fe y ha sido encargada por Nuestro Señor Jesucristo de instruir a los bautizados en la verdad.
23. ¿Qué debe hacer el que se encuentra en la duda d conciencia?
Quien se encuentra en la duda de conciencia, antes de obrar debe esclarecer la duda. Jamás es lícito realizar una acción si se duda que sea pecado.